Desde el 2012 Enseada ha realizado el monitoreo de peces, componente del Programa de Monitoreo de la Biota Acuática. Se trata de una iniciativa dirigida para la evaluación de eventuales impactos sobre la fauna acuática derivados de la implantación y operación de su emprendimiento.

El programa tiene como objetivo central no solamente detectar eventuales efectos negativos, sino también suministrar subsidios para la gestión integrada de los recursos pesqueros en la región de influencia de la empresa.

Realizado semestralmente por profesionales especializados, el monitoreo emplea metodologías adecuadas para garantizar resultados cercanos a la realidad, reconociendo la naturaleza de muestreo del trabajo. Los datos obtenidos durante las campañas del 2023 revelaron la presencia de dos importantes especies bioindicadoras de calidad ambiental.

La bioindicación es una técnica valiosa que utiliza determinadas especies como indicadores del estado ecológico de un ecosistema. La presencia y la salud de estas especies son señales de que el ambiente está en equilibrio. En el contexto del monitoreo realizado por Enseada, estos bioindicadores asumen un papel crucial en la verificación de la calidad del medio ambiente, especialmente en proyectos de gran tamaño, donde pueden observarse impactos significativos.

Durante las campañas del 2023, dos especies bioindicadoras fueron identificadas: el mirim (Bathygobius soporator) y el caballo marino (Hippocampus reidi). El mirim y el caballo marino son sensibles a los cambios ambientales y requieren buenas condiciones de calidad del agua para permanecer en aquel determinado ambiente. Su presencia indica aguas saludables y ecosistemas bien preservados.

Las campañas de monitoreo del 2023 revelan que la comunidad de peces en la región mantiene semejanzas estructurales con grupos encontrados anteriormente, con importante representatividad y similitudes en el uso de hábitat. Especies bentónicas y pelágicas continúan siendo observadas, indicando una estabilidad relativa en el ecosistema.

Los resultados refuerzan la importancia del monitoreo continuo y detallado de la comunidad de peces en proyectos como el de Enseada. La presencia de especies bioindicadoras no solo ofrece importantes datos sobre la calidad ambiental, sino también orienta estrategias de conservación y gestión sostenible de los recursos naturales.