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Fundación en la prensa: vea el artículo de Valor
DATA: 22/07/2022
Vea el artículo publicado en Valor Económico sobre el programa de la Casa Familiar Rural de Presidente Tancredo Neves (CFR-PTN), colaboradora de la Fundación Norberto Odebrecht, que fue contemplada por el Premio Movimiento LED – Luz en la Educación promovido por TV Globo y Fundación Roberto Marinho.
Programa moderniza agricultura familiar y fija joven en el campo
En el interior de Bahía, pedagogía de la alternancia comparte el tiempo del alumno entre enseñanza regular y práctica en la tierra
Por Marleine Cohen — Para Valor, de São Paulo – 13/07/2022
Modernizar la actividad rural de subsistencia y contener el éxodo de esa población son objetivos de uno de los vencedores del premio Movimiento LED – Luz en la Educación. Premiado en la categoría Educación Técnica y/o Profesional, la iniciativa Formación de Jóvenes Empresarios Rurales de la Agricultura Familiar, implantada por la Casa Familiar Rural de Presidente Tancredo Neves (CFR-PTN), en Bahía, ocurre por medio de un curso técnico gratuito en agropecuaria dirigido a jóvenes de 15 a 19 años que integran cerca de 70 comunidades rurales de seis municipios del Bajo Sur baiano.
La capacitación, con duración de tres años, tiene como objetivo ofrecerles a los estudiantes, hijos de pequeños productores rurales de la región, el contenido básico exigido por el Ministerio de la Educación (MEC) para la enseñanza media y una formación agrícola con enfoque empresarial, dirigido para el desarrollo de técnicas de mejoría de la calidad y de la productividad de los alimentos producidos en sus tierras. La propuesta tiene como objetivo modernizar la actividad rural de subsistencia, frenando el éxodo y la degradación del medio ambiente, e introducir nuevas tecnologías que puedan fijar jóvenes talentos en el campo, ofreciéndoles perspectivas profesionales.
Fundada en el 2002, a partir de un convenio entre la alcaldía y el Ministerio de la Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento, y apoyada por la Fundación Odebrecht, la Casa Familiar Rural está situada en la Hacienda Novo Horizonte, una propiedad de 128 hectáreas donde también funciona la Cooperativa de Productores Rurales de Presidente Tancredo Neves (Coopatan), con cerca de 205 cooperados.
La Casa Familiar Rural tiene como objetivo incentivar y modernizar la agricultura familiar, usando parámetros de sostenibilidad a partir de un proceso formativo técnico integrado a la enseñanza media por medio de la pedagogía de la alternancia, con vivencias turnadas en el aula y en el campo, sintonizadas con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Esa alternancia hace que el joven pase una semana en la escuela, en período integral, y dos semanas en sus tierras, donde recibe visitas de un ingeniero agrónomo que también actúa como monitor-educador, y seguirá de cerca su desempeño y estimulará el involucramiento de su familia en el proceso educativo.
Entre los temas del curso están horticultura, fruticultura, piscicultura, estudio de los suelos, gestión de la propiedad y sostenibilidad. Según Thales Lima, director de la institución, algunos factores ayudaron a consolidar esta propuesta: la creación del laboratorio de suelos, que permitió levantar informaciones geológicas precisas; la colaboración con Embrapa Mandioca/Fruticultura, que incorporó técnicas de productividad innovadoras a la formación de los alumnos; y la inclusión de CFR-PTN en el Proyecto Educativo Productivo de la Fundación Odebrecht, facultando el suministro de insumos a las familias de los alumnos.
Con eso, la metodología pudo desarrollar proyectos educativos – productivos y socioproductivos con los estudiantes, mediante la implantación de módulos de una a tres hectáreas de cultivos comercializados por la cooperativa local – yuca, plátano, mandioca y piña -, así como otros cultivos regionales: guanábana, papaya, avicultura y cría de abejas.
Según Lima, la iniciativa premiada por Globo y la Fundación Roberto Marinho formó, en los últimos 16 años, a 361 alumnos, transformándolos en emprendedores rurales. Otros 112 están en formación. Son 223 proyectos educativos-productivos en cerca de 216,15 hectáreas cultivadas, además de 211 acciones multiplicadoras junto a 5.643 agricultores familiares, y más de 11 mil personas impactadas. En la opinión del director de la Casa, la importancia de iniciativas como esa está en apostar en la educación. “Ella tiene un poder transformador. Gracias a ella, los jóvenes pueden cambiar sus realidades y las comunidades alcanzan el desarrollo social y económico”, expresó Lima.
La Casa Familiar Rural está asociada al Programa de Desarrollo y Crecimiento Integrado con Sostenibilidad del Mosaico de Áreas de Protección Ambiental del Bajo Sur de Bahía (PDCIS), que desea la formación de una clase media rural estructurada en unidades-familia y protagonista del propio desarrollo sostenible.
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