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Vientos eólicos para nuevos aires en el sector de la energía
DATA: 19/01/2023
RICARDO RICARDI – CEO de Enseada
Los buenos vientos que soplan en el pequeño municipio de Maragogipe, ciudad cercana a Salvador, están ayudando al país a convertirse en una referencia latinoamericana en la producción de energía limpia, renovable y alineada a las urgentes demandas del siglo 21 por sostenibilidad y reducción en los impactos generados por los cambios climáticos. De la misma forma que la economía y las matrices energéticas necesitan adaptarse, el astillero Enseada, del grupo Novonor, pasó por una transformación estructural para cumplir los nuevos aires y convertirse en un complejo logístico e industrial que ha servido con una referencia en infraestructura para la logística necesaria para la energía eólica offshore — tendencia mundial y con importantes avances geopolíticos en la COP27 (Conferencia del Clima de la Organización de las Naciones Unidas), realizada en noviembre. Actualmente, el espacio que figura entre uno de los mayores puertos del Nordeste brasileño almacena 40 aerogeneradores que ayudarán a apalancar los actuales 22 GW, disponibles en territorio nacional por medio de los equipos instalados, para más de 30 GW en estos próximos 10 años. La presencia de Enseada para recibir esta infraestructura es estratégica en la región, ya que solo el estado baiano contempla el 70% de las futuras instalaciones.
Fuente imprescindible en la generación de energía limpia, la solución eólica ha conquistado, en los últimos años, una presencia cada vez más sólida, lo que se refleja en la propia industria de fabricación y montaje de equipos en el país, resultado de inversiones que impulsan la sostenibilidad en otros frentes como, por ejemplo, generación de empleo y renta para miles de familias, con avances sociales, ambientales y socioeconómicos que van al encuentro a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el área de los negocios, no es diferente. Existe una gran tendencia en Brasil de que la migración de la energía eólica para campos offshore genere nuevas oportunidades de avance en el sector y, consecuentemente, potencial energético. Con una costa litoral privilegiada de 9,2 mil kilómetros, la instalación de los aerogeneradores en alta mar ya es una realidad. El Consejo Global de Energía Eólica (Gowa), por ejemplo, consideró al 2021 como siendo uno de los mejores desde que los primeros aerogeneradores fueron instalados en el mar. El año pasado, más de 20 GW fueron creados en el mundo por intermedio del modelo offshore, gracias al trabajo realizado por países como China y Bélgica. El año también marcó el lanzamiento del parque Gemini, en Holanda. Con 150 turbinas de viento, a 85 kilómetros de la costa del país.
Durante la Conferencia del Clima de la Organización de las Naciones Unidas (COP27), un grupo de países formado por Alemania, Bélgica, Colombia, Estados Unidos, Holanda, Irlanda y Reino Unido firmó un importante pacto con Gowa. Las naciones se comprometen a acelerar las inversiones justamente en energía eólica offshore. El compromiso fue hecho por la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena), para movilizar las iniciativas pública y privada en la remoción de barreras, como fue noticiado por la EPBR. De acuerdo con el órgano, la generación de este tipo de energía debe superar los 2 mil GW en las próximas tres décadas.
Según Irena, este proceso de descarbonización debe limitar en hasta 1,5°C el aumento de la temperatura global antes del fin del siglo 21. En este escenario, Brasil está posicionándose como un promisorio mercado eólico offshore, en que las características de las inversiones y de los players involucrados muchas veces son distintas de los proyectos onshore. Entre las diferencias está el tamaño de las turbinas eólicas, que, en el caso del offshore, tienen un aumento expresivo de su tamaño, tanto en términos de altura como en área de barredura, además de demandar diferentes estructuras de fundación o flotación. Pero independientemente de los acuerdos multilaterales en la geopolítica internacional, el mercado debe superar una serie de desafíos. El principal es justamente migrar la capacidad instalada en tierra para el océano y de forma competitiva, al paso que será necesario renovar y recalificar la infraestructura existente para satisfacer la demanda por los nuevos y mayores aerogeneradores.
Este proceso deberá ser optimizado al máximo para que el mercado eólico offshore sea efectivamente sostenible, una vez que la generación eólica seguirá compitiendo con otras fuentes de energía. Y Enseada, que ya nació offshore y fruto de una inversión del orden de US$ 1 mil millón, tiene todos los atributos necesarios para protagonizar la energía del futuro.
Este artículo fue publicado originalmente en el diario Correo Brasiliense el 06/01/2023 y se encuentra disponible en el link siguiente:
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