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Proyecto prueba tecnología inédita para acelerar la restauración de corales a partir del uso del plástico
DATA: 06/06/2022
Cubriendo menos de 0,1% del océano mundial, los arrecifes de corales sustentan más del 25% de la biodiversidad marina, siendo uno de los ecosistemas de mayor valor ecológico y económico del planeta. A pesar de su importancia, se estima que el 50% de los arrecifes fueron dañados por impactos locales y por el calentamiento de los océanos como consecuencia de los cambios climáticos y que ese porcentual debe aumentar para 90% antes del 2050. Para revertir este escenario, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) recomienda la restauración planificada de estos ecosistemas. Esta es la propuesta del proyecto Corais de Maré, que desarrolló una tecnología inédita para recuperar arrecifes nativos probando el potencial del plástico para acelerar el crecimiento de estas especies y utilizando el esqueleto del Coral-sol, que es un bio-invasor marino presente en diversas regiones de la costa brasileña.
La iniciativa, conducida por la empresa Carbono 14 en colaboración con la Universidad Federal de Bahía (UFBA), el Instituto de Pesca Artesanal de Ilha de Maré (IPA) y con patrocinio de Braskem, evalúa la capacidad de diversos materiales, como Nylon, Polietileno y PET, de inducir el desarrollo más rápido del coral nativo, contribuyendo a que ellos ganen altura y con eso aumente su complejidad estructural. “El arrecife tiene una estructura tridimensional compleja construida y mantenida por los corales, que está relacionada a su capacidad de abrigar diversas especies marinas e impactando directamente en la biodiversidad proporcionada por este ecosistema. Por eso, la importancia de invertir en tecnologías que aceleren este proceso de restauración”, explica Igor Cruz, investigador de ecosistemas marinos y profesor de Oceanografía Biológica en el Instituto de Geociencias de la UFBA, que coordina este estudio.
Pruebas preliminares conducidas por el equipo del proyecto indicaron que plántulas de Millepora alcicornis, coral nativo en Bahía, instaladas en viveros en la Bahía de Todos los Santos, alcanzaron la altura de 14 centímetros en dos meses, siendo que esta es la media de crecimiento de esta especie en el período de un año. “De forma empírica, percibimos este crecimiento más acelerado con el uso del plástico y este ritmo puede ser aún mayor. Si los resultados iniciales de este estudio se confirman, podemos utilizar esta técnica en la restauración del arrecife no solamente en la Bahía de Todos los Santos, sino también en otras regiones”, puntúa el especialista.
Para la gerente de Relaciones Institucionales de Braskem en Bahía, Magnólia Borges, esta acción es un ejemplo de cómo el plástico tiene potencial para mejorar la vida de las personas y mitigar los impactos negativos en el medio ambiente. “El plástico cumple un papel significativo en este proyecto, potencializando el proceso de restauración de este importante ecosistema. Esto refuerza los beneficios que este material proporciona para la sociedad. Creemos que con innovación y uso consciente, el plástico ofrece diversas soluciones para la construcción de un futuro sostenible”, afirma.
Agenda positiva – La técnica aplicada en este proyecto fue creada a partir de la inquietud de José Roberto Caldas, conocido como Zé Pescador, CEO de Carbono 14, que buscaba una forma de reaprovechar el esqueleto de calcáreo del Coral-sol en la restauración del arrecife. “Esta especie bio-invasora es una de las principales amenazas a la biodiversidad marina, pero su esqueleto de carbonato de calcio es un material natural y riquísimo. Entonces, vino la idea de transformar este insumo en una estructura para recuperar el coral nativo, trayendo el Coral-sol para una agenda positiva”, cuenta Zé Pescador.
Además de esto, el proyecto ayuda en el control de este bio-invasor, que llegó a Brasil en la década de 1980 y se ha propagado por la costa brasileña, habiendo sido identificado en nueve de los 17 estados costeros del país. “El Coral-sol es considerado una plaga en todo Brasil, que compite y causa daños a los corales nativos, principalmente por su capacidad de proliferación que es superior, haciendo que él se propague rápidamente, disminuyendo los espacios disponibles para las especies naturales de la región”, explica Zé Pescador.
En la técnica desarrollada por él, el esqueleto del Coral-sol es triturado, obteniendo un polvo de calcáreo que es utilizado en la producción de semilleros para el cultivo de Millepora alcicornis. Enseguida, estas plántulas son plantadas en viveros instalados en la Bahía de Todos los Santos.
Ciencia ciudadana – Todo el proceso de construcción de semilleros y plántulas de coral nativo es desarrollado con la participación de la comunidad tradicional de Ilha de Maré. Para esto, pescadores y marisqueros participaron de talleres para aprender la técnica, integrando conocimiento científico al saber popular.
“El proyecto trae el saber comunitario y el académico, que se unen con la intención de recuperar el ecosistema marino. Esto tendrá un impacto significativo en la pesca y ayuda a la comunidad a tener un nuevo enfoque, de que necesita restaurar, y no solamente esperar la acción de la naturaleza”, puntúa Alessandra Silva, presidente del Instituto de Pesca Artesanal de Ilha de Maré (IPA).
Liderazgo en la región, Milton Sales de Santana, de 82 años, apodado Naná, ve en la restauración del arrecife una esperanza de días mejores de pesca. “De 20 años para acá se convirtió en una pesca muy difícil, principalmente cuando se ve a simple vista varias especies ser extintas”, afirma el pescador, que está acompañado de su hijo y de su nieto en la acción.
“Sentiré orgullo de contarle a mi hija que ayudé a plantar coral, por saber que eso nos ayudará mucho a nosotros y al medio ambiente”, conmemora Darlan Santana, apodado Bem-te-vi, nieto de Naná. Estudios apuntan que los arrecifes de corales benefician a por lo menos un mil millón de personas en todo el mundo por medio de la pesca, por su potencial turístico, como fuente de medicamentos y por suministrar protección costera contra la acción de las mareas y de las olas.
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