El gobierno del Estado creó una fuerza tarea por medio de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE) para viabilizar la reactivación del sector de la Industria Naval en Bahia. El foco es la reanudación de operaciones del astillero Enseada, instalado y licenciado en Maragojipe, en la región llamada Recôncavo Baiano. Único de 5ª generación en Brasil, con tecnología de punta y calidad en la productividad, Enseada ya fue un granero de oportunidades y llegó a emplear más de 7,4 mil personas, en su mayoría, del Recôncavo. La intención es atraer inversionistas y alianzas, además del apoyo institucional, para que el emprendimiento vuelva a generar empleos y renta en la región.

El astillero más grande de Brasil, con un área de 1,6 millones de metros cuadrados, capacidad de procesar 100 mil toneladas de acero por turno/año y con potencial de generar 4 mil empleos, promovió el desarrollo territorial del Recôncavo en el auge de su operación, iniciada en 2012. Para tener un récord de este pasado, el producto interno bruto (PIB) de Maragojipe en tres años saltó de R$ 194 millones a R$ 753 millones, con lo que creció el 272%. Además, en el período de 2012 a 2015, se abrieron más de 7 mil empresas en la región según datos de la Junta Comercial de Bahia (JUCEB). Los accionistas que dieron origen a Enseada en aquel momento invirtieron R$ 3 mil millones en el emprendimiento. Actualmente, los 35 empleados con base en el astillero cuidan del mantenimiento de los equipos en la planta industrial, que está situada en las márgenes del río Paraguaçu.

“Debemos hacer que este importante activo opere. No hay nadie que no se sensibilice con este panorama. Se trata de un emprendimiento con inversión altísima que fomentó la economía del estado, pero que sufrió un revés debido a la crisis nacional del petróleo y de la industria naval. Nuestro primer paso como Gobierno es la construcción de este foro de debate para reestructurar este sector de nuestra economía. Hay condiciones para un clima de esperanza y viabilidad, ya que la tecnología y el potencial productivo del astillero son hechos concretos”, afirma Luiza Maia, secretaria estatal de Desarrollo Económico.

El compromiso de constituir la fuerza tarea, o grupo de trabajo, que deberá integrar otras secretarías ocurrió el ultimo martes (5/9) durante la visita de una comitiva de la SDE a las instalaciones de Enseada Indústria Naval. En la ocasión, el presidente del emprendimiento, Maurício de Almeida, destacó que el astillero fue preparado para construir buques de alta complejidad y cambió el escenario del Recôncavo Baiano con la calificación de mano de obra local.

“Durante cuatro meses, más de 100 integrantes del astillero y residentes en esa localidad fueron enviados a Japón para ser capacitados. Algunos vivían de la pesca y se convirtieron en especialistas en construcción naval. En la actualidad, muchos están trabajando en astilleros de Rio de Janeiro, otros en Rio Grande do Sul, es decir, exportamos a otros estados parte de la mano de obra calificada”, afirma el presidente. Debido a la crisis que asola Brasil, profesionales que participaron en la transferencia de tecnología durante estadía en Japón aún no consiguieron recolocación profesional y por este motivo volvieron a la actividad de pesca artesanal.

Almeida defiende también la política de contenido local y el cambio de postura comercial por parte del Gobierno brasileño en la esfera nacional: “Las empresas quieren comprar buques producidos en Brasil a precio de los buques de China, sólo que allá el Gobierno subsidia la industria. ¿Cómo va un conseguir soberanía un país si no tiene su industria fuerte? Creemos en Enseada, en la industria naval y queremos construir en Bahia los buques que Brasil precisa”.

“Más que un astillero, Enseada se ha convertido en un complejo industrial de gran tamaño y representa para Bahia la oportunidad de inversiones, sean éstas terminales logísticas o unidades fabriles con ventajas competitivas, alta tecnología y automación industrial. Todo esto, frente a la sobrecarga de la estructura portuaria en la Bahía de Todos los Santos, por tener como diferencial su localización estratégica y privilegiada en aguas amparadas, viabiliza el flujo de cargas por los modales marítimo y carretero”, diferencia Paulo Guimarães, superintendente de Atracción y Desarrollo de Negocios de la SDE.

De a poco, Enseada va retomando la esperanza de volver a las actividades. El astillero conquistó un contrato de mantenimiento de la sonda de perforación Norbe VI y aguarda el resultado de la licitación en la que participa para la construcción de cuatro buques de guerra para la Marina brasileña. “Pero esto aún es muy poco. Tenemos que convencer al país a fabricar sus buques aquí. No hay forma de que Enseada funcione sin pedidos”, informa Almeida.