Fortalecer a las organizaciones es fortalecer el impacto social

Una de las mejores formas de hacer la diferencia es apoyar a quien ya está haciendo. El donador brasileño sabe esto: 37% de aquellos que tienen el hábito de contribuir para alguna causa lo hacen para organizaciones e iniciativas socioambientales, como apunta una encuesta del Instituto para el Desarrollo de la Inversión Social (IDIS) en el 2020. ¿Pero y si fuese posible apoyar no solo un proyecto específico de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs) en las cuales confiamos – pero fortalecer a estas instituciones como un todo?

En el Tercer Sector, el apoyo a la gestión y a los equipos responsables del impacto social es conocido como ‘fortalecimiento institucional’. Y es más necesario de lo que parece.

Según el Censo GIFE 2020, encuesta que analizó a más de 130 instituciones del sector de inversión social y de la filantropía, el 19% de las organizaciones no audita sus estados contables por una organización independiente. Otras 12% no tienen estatuto. Y, entre las que poseen ese importante instrumento, solamente el 36% lo ofrecen para acceso público.

Acciones como estas pueden parecer distantes para muchos donadores (e incluso para las propias instituciones). Pero tener una gestión fortalecida no va al encuentro al impacto social generado por una organización. Al contrario: ella lo potencia.

En la Fundación Norberto Odebrecht, siempre creemos en eso. Es así que funciona, por ejemplo, el Programa Social que coordinamos, el PDCIS: las organizaciones locales, colaboradoras en la realización de la iniciativa, componen una red de impacto en favor del desarrollo sostenible, y reciben de la Fundación apoyo institucional para desarrollar una gestión más robusta y alineada con las mejores prácticas de Gobernanza y Conformidad.

El reflejo de esta gestión diferenciada puede ser percibido en los últimos años: una de las instituciones colaboradoras fue reconocida como mejor ONG ambiental del país en el 2019; otras recibieron inversiones de Criança Esperança y de empresas como Nubank, Bayer, Braskem, Ocyan, Santander y Cargill, y todas ellas auditaron sus rendiciones de cuentas.

El fortalecimiento institucional, en otras palabras, es el “enseñar a pescar” del Tercer Sector. Él no torna dispensable el apoyo financiero para que OSCs continúen haciendo su papel, sino abre un camino para que el sector se profesionalice y se torne cada vez más independiente. Por cierto, tener una gestión eficiente torna estas instituciones aún más atractivas para inversionistas sociales, que naturalmente desean donar para organizaciones confiables.

Y con el apoyo de más donadores, más voluntarios y más inversionistas sociales, consecuencia de esta gestión eficaz, regular y transparente, es que las OSCs podrán hacer aún más lo que hacen mejor: promover la transformación social.

Fabio Wanderley es superintendente de la Fundación Norberto Odebrecht (@fundacaonorbertoodebrecht).

Artículo originalmente publicado en el Diario Correio y en el portal Correo 24 Horas el día 16 de marzo de 2022.