El papel de los seguros en la transición energética

A medida que los desafíos para contener el calentamiento global crecen, grandes proyectos involucrando energías renovables avancen en todo el mundo, rumbo a una economía de bajo carbono.

Estamos hablando de generación de energía a partir del calor del sol (energía solar), de la amplitud de los vientos (energía eólica), del agua de los ríos (energía hídrica), de materia orgánica (biomasa), del calor del interior de la Tierra (geotérmica) y también del hidrógeno verde (H2V), un combustible obtenido por medio de la electrólisis del agua, con alto potencial de aplicación en industrias intensivas en emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero).

El sector de seguros tiene un papel fundamental en este escenario, especialmente como una de las piezas-clave para impulsar la transición energética.

“Los productos de seguros son instrumentos esenciales durante todo el ciclo de inversiones de una planta, ya sea en las etapas iniciales por medio del seguro garantía para viabilizar negocios, ya sea por medio de seguros de riesgos de ingeniería en la etapa de construcción o también durante la fase de operación para protegerse de las exposiciones y asegurar el flujo de caja previsto”, explica Carlos Eduardo Lichtenberger, director de Riesgos y Seguros de Horiens para Infraestructura.

Nuevos pasos y desafíos

Uno de los principales desafíos involucrando los seguros en proyectos de energía renovable es la cantidad de variables que pueden generar riesgo. Son factores que van desde la inestabilidad climática, pasando por la oscilación en la producción hasta la escasez de datos históricos, una vez que hay nuevas y disruptivas iniciativas en esta área.

“En general, proyectos de energía comprenden actividades complejas, exigen un amplio conocimiento y requieren que estemos siempre muy atentos a las novedades de los seguros disponibles en el mercado y a las especificidades de este tipo de negocio”, resalta Vanessa Falco, directora de Riesgos y Seguros de Horiens para Energy.

El seguro debe reflejar cada proyecto, de forma que las exposiciones sean identificadas, tratadas y el riesgo residual  susceptible de transferencia al mercado asegurador esté de hecho debidamente amparado en la póliza.  “Este es un trabajo totalmente personalizado y especializado, que resulta en competitividad y en la protección del negocio, otro ángulo de la importancia del seguro”, completa Vanessa.

Nuevas iniciativas y tecnologías demandan esfuerzo conjunto para hacerse realidad, todos los actores involucrados deben avanzar en sus papeles para que la transición energética ocurra en el ritmo necesario.

“El mejor camino es tener precisión técnica y transparencia al suministrarles informaciones a los subscritores. Los corredores de seguros son fundamentales en esta interlocución, en especial cuando conocen profundamente el negocio que están apoyando, lo que trae condiciones de conducir un diálogo calificado con el mercado asegurador y de prestar una asesoría asertiva en la gestión de riesgos de la empresa”, puntúa Vanessa.

Renovables en crecimiento en Brasil

Actualmente, la menor parte de la energía mundialmente disponible es proveniente de fuentes renovables. En Brasil, debido a su condición geográfica, la gran oferta de recursos naturales permite que la matriz energética sea más equilibrada, con casi la mitad de la energía siendo generada a partir de fuentes limpias, como biomasa de caña (15,4%), hídrica (12,5%), leña y carbón vegetal (9%), lixivia y otras biomasas (7%), eólica (2,3%) y solar (1,2%), de acuerdo con datos del Balance Energético Nacional (BEN/2023).

Considerándose solamente la matriz eléctrica, la participación de fuentes renovables es aún mayor, alcanzando casi 90% de la base de producción, la mayor parte proveniente de hidroeléctricas.

Cuando hablamos de eólica, los vientos fuertes y muchas veces constantes, especialmente en el Nordeste brasileño, refuerzan el inmenso potencial del país en la generación de este tipo de energía, tanto en tierra (onshore) como en el mar (offshore).

La tendencia es que los proyectos de energía eólica continúen expandiéndose en los próximos años. Para tener una idea, hasta el 2030, la generación eólica onshore debe casi duplicarse en el país. Ya en el caso de la generación eólica en altamar, hay importantes movimientos de investigación y desarrollo, como los proyectos liderados por Petrobrás en el área, por ejemplo, además de gran expectativa con la consolidación del sector en la próxima década, lo que deberá atraer cada vez más inversiones y traer un gran impulso a la generación de energía eléctrica.

La energía solar también ha ganado cada vez más espacio en Brasil. En el 2023, el país quedó, por primera vez, entre los 10 principales generadores de energía solar, alcanzando el 8º lugar, conforme un levantamiento de la Agencia Internacional de Energía Renovable (Irena).

Otra alternativa a las fuentes fósiles en plena expansión es el hidrógeno verde, obtenido a través de la electrólisis del agua utilizándose fuentes de energías renovables en el proceso productivo. El H2V, como es conocido, se ha destacado como una oportunidad palpable en la búsqueda por la reducción de las emisiones, con potencial para ser utilizado como combustible o materia prima en industrias como siderúrgicas, fertilizantes, química, transportes, entre otras.

Diversos estados del Nordeste anunciaron proyectos en el área, con destaque para Ceará, con el Complejo Industrial y Portuario de Pecém (CIPP), que producirá H2V para el mercado interno y también externo, por medio de colaboración firmada con el Puerto de Roterdam, principal hub de hidrógeno en Europa.

“Las expectativas y el potencial del país es grande en el frente de energías renovables. La rápida evolución tecnológica de este sector trae grandes desafíos y oportunidades no solamente para el mercado asegurador, sino también para las empresas que están liderando estos proyectos y todos los agentes involucrados. Es un tema importante, necesita y continuará necesitando de todos los esfuerzos”, concluye Vanessa.