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Boca sana, cuerpo y mente felices
DATA: 11/03/2025
La boca está directamente relacionada con nuestra capacidad para hablar, sonreír, comer y expresar emociones, lo que influye directamente en nuestra calidad de vida. Pero, ¿sabe cómo cuidar su salud bucodental, un pilar tan importante de la salud general?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 3.500 millones de personas en el mundo padecen enfermedades bucodentales, una estadística preocupante.
Y es que si una buena higiene bucal previene problemas como la caries, la gingivitis y la periodontitis, debes saber que puede hacer mucho más que eso y prevenir otros problemas graves para el organismo en su conjunto.
Las enfermedades bucodentales y la salud del cuerpo y la mente
Los estudios han demostrado que una mala salud bucodental influye en enfermedades como las cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, el Alzheimer, la enfermedad inflamatoria intestinal, la neumonía y la artritis reumatoide, entre otras.
¿Por qué ocurre esto? Las bacterias que proliferan en la boca y son responsables de la periodontitis pueden migrar a otras partes del cuerpo cuando no se tratan adecuadamente, causando daños. Al fin y al cabo, ¡todos los sistemas de nuestro cuerpo están conectados entre sí!
Además del impacto en el cuerpo, una boca sana también tiene un alto impacto en la mente, contribuyendo a la autoestima, la sociabilidad y incluso la ingesta adecuada de alimentos nutritivos, lo que influye directamente en el bienestar.
¿Cuáles son los signos de una boca enferma?
Prestar atención a los signos y síntomas es importante, así que vamos a conocer algunas de las principales dolencias que afectan a la boca.
La periodontitis es una de las enfermedades bucales más comunes entre los adultos. Considerada la fase más avanzada de la gingivitis, provoca la inflamación y destrucción del aparato de soporte de los dientes, lo que puede conducir a su pérdida permanente.
Los signos iniciales de la enfermedad periodontal pueden observarse fácilmente en la vida cotidiana. El sangrado al cepillarse los dientes o al utilizar el hilo dental, así como el enrojecimiento de las encías, son señales de advertencia.
Otros signos, como dolor dental, hinchazón, manchas, mal aliento, placa en la lengua, así como aftas o lesiones que no desaparecen en 15 días, deben ser investigados por un dentista para un tratamiento adecuado.
El cuidado diario es para todos:
El cuidado preventivo rutinario debe ser tomado por todos, no sólo por aquellos con síntomas obvios. He aquí algunas pautas para un cepillado dental eficaz.
Lávate las manos: antes de iniciar la higiene bucal, lávate las manos con agua y jabón.
Enjuágate la boca enérgicamente con agua: así eliminarás cualquier resto de comida.
Utiliza hilo dental a diario: comienza la limpieza con hilo dental y, si es necesario, utiliza también limpiadores interdentales de venta en farmacias .
Utiliza la cantidad adecuada de dentífrico: no más del tamaño de un guisante, suficiente para un adulto.
Cepíllate los dientes de la forma correcta: utiliza un cepillo de cabezal pequeño y cerdas suaves, usa dentífrico con flúor y recuerda que un buen cepillado dura unos 2 minutos. Utiliza una fuerza moderada (no te pases) y movimientos cortos.
Otras pautas importantes:
Rascarse la lengua: el hábito de rascarse ligeramente la lengua por la mañana con un raspador adecuado para ello reduce las bacterias que se alojan en ella.
Acude regularmente al dentista: hazlo al menos dos veces al año para comprobar que todo está bajo control. Recuerda: la ausencia de dolor no indica que no haya problemas en tu boca.
¿Limpias tu cepillo de dientes?
A diario: después de usarlo, enjuaga el cepillo con agua y rocía las cerdas con un poco de colutorio antiséptico.
Una vez a la semana: limpia tu cepillo de dientes con un enjuague bucal de digluconato de clorhexidina al 0,12%. Para ello, utiliza un vaso limpio y vierte la solución sin diluir. Agite el cepillo en el vaso con el producto durante 30 segundos, enjuague el exceso de enjuague con agua corriente y deje secar el cepillo.
Cambiar el cepillo de dientes: debe hacerse cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas.
Difunde información útil: ¡habla con tu familia y amigos sobre los cuidados que marcan la diferencia para una buena salud bucodental!
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