Espíritu de Servir: Historias que Revelan la Fuerza del Valor Central del Grupo Novonor

“Estamos hechos de valores. El espíritu de servir está presente en nuestro día a día, fortalece nuestros lazos y genera un impacto positivo.” Estas palabras son de Nfuidiman Vita Estefâna, Técnico Especializado en el área de Personas y Organización de Odebrecht Angola. En agosto de este año, el integrante, que forma parte del Grupo Novonor desde hace 17 años, se movilizó junto a colaboradores de diferentes áreas para apoyar, con palabras de cariño y donación de bienes esenciales, a un colega que llevaba más de seis meses alejado. “La recepción cálida que nos ofreció fue profundamente conmovedora y nos recordó que, más que la ayuda material, lo que realmente importa son las personas”, dijo.

Nfuidiman en acción voluntaria con un colega de Odebrecht Angola

La valorización humana es algo muy apreciado en el Grupo Novonor. Norberto Odebrecht fue una gran inspiración y referencia de alguien que siempre creyó en el potencial de las personas y en servir al prójimo. Y más: hizo todo para transformar esa creencia en una mentalidad común para todos los integrantes. A lo largo de su carrera, desarrolló la Tecnología Empresarial Odebrecht (TEO), un conjunto de principios y valores que formaron la base ética y cultural del Grupo, hoy actualizada y reconocida como Nuestra Cultura.

Historias como la de Nfuidiman demuestran que la iniciativa de Norberto dio frutos. En el año en que el espíritu de servir, valor central de Nuestra Cultura, cobra aún más protagonismo con los 60 años de la Fundación Norberto Odebrecht (FNO) y su temática “Servir es Nuestra Historia”, se nota que esta postura fue incorporada entre los integrantes del Grupo Novonor.

Douglas con niños apoyados por el Proyecto Viva Jr

Douglas Lima da Conceição, Técnico de Programación y Control de Producción en ICN – Itaguaí Construcciones Navales, observa que la práctica de este valor aparece naturalmente en acciones cotidianas. “Desde algo más complejo como enseñar una fórmula nueva en Excel, hasta algo más simple como traer un café de la cocina, el servir nos mantiene conectados y puede no solo cambiar nuestros días, sino mejorar nuestro desempeño”, afirma.

Este valor, sin embargo, trasciende los ambientes laborales y las interacciones entre negocios: el espíritu de servir también orienta la forma en que los integrantes del Grupo Novonor se relacionan con la sociedad.

Douglas, por ejemplo, coordina el Proyecto Viva Jr, una iniciativa que acoge a niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad en un barrio de Itaguaí (RJ). Todos los sábados, se reúne con otros 30 voluntarios para desarrollar actividades recreativas, ofrecer refuerzo escolar y compartir comidas. “La sensación de hacer algo por alguien sin esperar nada a cambio, excepto una sonrisa y una vida con más esperanza, es indescriptible”, cuenta.

Jonas con el público atendido en el curso que imparte como voluntario en el Teatro Escuela

Ese sentimiento lo comparte Jonas Nogueira, Coordinador de Sostenibilidad de la FNO. Desde que conoció el Teatro Escuela en Salvador (BA), quedó encantado con el proyecto de formación artística y cultural, que tiene como foco la juventud negra y estudiantes de escuelas públicas. Hoy, trabaja como voluntario impartiendo clases y capacitando liderazgos negros. “Me recargué a partir de la experiencia. Tenemos la impresión de que solo vamos a dar, ¿verdad? Pero damos y recibimos. Eso hace muy bien para la vida y para sentirte realmente útil”, dice.

Cuando Servir Une Caminos y Genera Oportunidades

En VOCÊ, programa de voluntariado creado en 2022 por Odebrecht Ingeniería & Construcción y la Fundación Norberto Odebrecht, el espíritu de servir asume la forma de mentoría. La iniciativa conecta a integrantes de la constructora con estudiantes de las Casas Familiares del Bajo Sur de Bahía, escuelas rurales asociadas a la Fundación, para asesoramiento profesional y construcción de planes de vida y carrera.

Jeruza, a la izquierda, y Elaine, a la derecha, con jóvenes mentorados del voluntariado VOCÊ

“Siempre tuve curiosidad por los proyectos del Bajo Sur, por el cariño y dedicación que el Dr. Norberto tenía por ellos”, cuenta Jeruza Campos de Souza, nutricionista en la Obra Prosub/EBN. Al participar en VOCÊ, tuvo la oportunidad de conocer de cerca las escuelas y apoyar la trayectoria de uno de los adolescentes atendidos. “El voluntariado me hizo ver que servir es mucho más que donar tiempo. Es compartir cariño, esperanza y creer en el potencial de alguien”, dice.

Para Elaine Maria da Rocha Matos, Analista Tributaria en la constructora, convertirse en mentora fue una manera de retribuir lo que un día recibió. “Vengo de una familia humilde y migrante del Nordeste. Ya sentí en la piel lo que es pasar necesidad y ya fui ‘servida’ muchas veces. Entonces entendí el deber de duplicar esas acciones, porque sé que hicieron diferencia en mi vida”, cuenta.

Un Valor que Fortalece la Identidad Ciudadana

Daniel y su esposa con un niño acogido por su familia

El servir también impulsa elecciones de vida. Para Daniel Villar, Presidente del Consejo de Curadores de la Fundación, el “trabajo voluntario es un ejercicio de ciudadanía.” Daniel y su familia actúan en una causa aún desconocida para muchos: la acogida familiar. Esta es una medida protectora temporal, en la que niños y adolescentes alejados de la familia de origen son cuidados de manera segura, afectiva e individualizada por una familia voluntaria, hasta el retorno a la familia biológica o el encaminamiento para adopción.

“Participamos en un proceso de transformación. El mayor aprendizaje que tuvimos fue la práctica del amor incondicional”, compartió durante una transmisión en vivo dirigida a los integrantes del Grupo Novonor. Y Daniel relaciona el involucramiento con la causa al trabajo que la Fundación realiza con los jóvenes de las Casas Familiares. “Tuve la oportunidad de conocer a los adolescentes que participan en este proyecto increíble, que tiene un impacto enorme en las comunidades con los menores índices humanos de Brasil. Por eso, en casa, contribuimos todos los años con el Tributo al Futuro”, dice.

Nathalya con adolescentes cuyas oportunidades de futuro fueron ampliadas gracias al Tributo al Futuro

El Tributo al Futuro es una campaña de la Fundación que, desde hace 21 años, recauda recursos para la formación de hijos de agricultores en las Casas Familiares, fortaleciendo la productividad agrícola y mejorando las condiciones de vida de familias enteras del Bajo Sur de Bahía.

Nathalya Mendes, Analista de Recursos Humanos del Prosub/EBN, es donante desde 2018. Según ella, contribuir a la campaña va más allá de un gesto de solidaridad: “es invertir en un proyecto que genera resultados reales y transformaciones duraderas en nuestro país.”

Pero Nathalya no se conformó con apoyar solo financieramente. Las ganas de hacer más la llevaron a integrar el grupo de Agentes del Futuro, voluntarios responsables de involucrar a nuevos donantes. “Ser Agente del Futuro es parte de una corriente de esperanza. El cambio comienza con oportunidades, y cada donación puede reflejarse en una sociedad más justa y solidaria”, concluye la integrante, demostrando cómo la práctica del espíritu de servir es un gran motor para la transformación.