Con aporte de R$ 130 mi, Braskem cierra el ciclo de la economía circular

Iniciativas incluyen inversiones en plantas de Reciclado Mecánico y Avanzado en conjunto con Valoren, además de un Centro de Desarrollo de Embalajes Circulares

Para reforzar su compromiso con el desarrollo sostenible, Braskem – líder de mercado y pionera en la producción de biopolímeros en escala industrial – acaba de anunciar un aporte de R$ 130 millones en tres proyectos dirigidos a la economía circular: el inicio de la construcción de un Centro de Desarrollo de Embalajes Circulares, la inauguración  de una fábrica de reciclado mecánico y el inicio de la construcción de la primera planta de reciclado avanzada en Brasil con tecnología desarrollada por Valoren.

Aún en el primer semestre de este año, Braskem prevé la abertura de Cazoolo – su Centro de Desarrollo de Embalajes para Economía Circular, que operará en la zona Oeste de la capital paulista, fruto de una inversión de R$ 20 millones. Se trata de hub de innovación, por medio del cual la compañía establecerá colaboraciones con clientes, brand owners, diseñadores, startups y universidades para el desarrollo de embalajes más sostenibles por medio de mejorías en el diseño y en la jornada de los embalajes, desde su concepción hasta el post-consumo, buscando la circularidad y un menor impacto ambiental.

El proyecto tiene como base conceptos de Design for Environment (DfE) y Análisis de Ciclo de Vida (ACV), para el desarrollo de embalajes innovadores y sostenibles. Equipado con equipos de punta para prototipado rápido, Cazoolo estará abierto a toda la cadena de embalajes plásticos, y tendrá como objetivo acelerar el avance de la circularidad de los embalajes en la región.

Además del Centro, cerca de R$ 67 millones fueron invertidos para la instalación de una planta de reciclado mecánico en Indaiatuba (SP), con inauguración prevista para marzo. El proyecto es fruto de la colaboración con Valoren, empresa desarrolladora de tecnología y gestora de residuos para transformación en productos reciclados. La expectativa es que, anualmente, en el local, 250 millones de embalajes post-consumo hechos de polietileno y polipropileno – presentes en materiales de limpieza, higiene personal, cosméticos y alimentos, por ejemplo – sean transformados en 14 mil toneladas de resina con alta calidad, que a su vez pasarán a ser reutilizados como materia prima en la industria de transformación. La planta ya está en la fase de puesta en marcha y pre-operación asistida.

Un innovador frente de Braskem para complementar el cierre del ciclo de la economía circular fue la firma de otro proyecto disruptivo con Valoren para la construcción e instalación de una unidad de Reciclado Avanzada, también en Indaiatuba. Ella transformará químicamente, por medio del proceso de pirólisis, residuos plásticos en materia prima circular certificada, que será utilizada para la fabricación de resinas o insumos químicos.

La nueva unidad, que involucra un desembolso conjunto de R$ 44 millones, deberá comenzar a operar en el primer trimestre del 2023 y tendrá capacidad de producir seis mil toneladas de productos circulares por año.

“Después de 6 años de investigaciones y desarrollo de tecnologías innovadoras de pirólisis de plástico, estamos muy satisfechos con esta nueva colaboración con Braskem, afirmando el compromiso conjunto con la economía circular. Valoren y Braskem tienen diversas sinergias en términos de sostenibilidad e innovación, y trabajando en conjunto, en favor del reciclado integrado (mecánico y avanzado), seremos capaces de transformar el reciclado de plásticos, aumentando significantemente el índice de reciclado en Brasil”, afirma Heinz-Peter Elstrodt, socio y presidente del Consejo de Valoren.

“Cargamos la sostenibilidad en nuestro ADN y queremos ser protagonistas de iniciativas que agreguen valor en la cadena productiva y que contribuyan de forma efectiva y tangible para la construcción de una sociedad más sostenible, buscando garantizar un futuro mejor para estas y las próximas generaciones”, explica Edison Terra, vicepresidente de Olefinas y Poliolefinas de Braskem en América del Sur. “Por medio de estos tres frentes importantes, queremos cerrar el ciclo de la economía circular y mejorar los procesos y caminos relacionados al reciclado de residuos plásticos en Brasil y en el mundo”, afirma.

Rumbo a las metas
Estas iniciativas, que suman el aporte de más de R$ 130 millones, están directamente relacionadas con las metas que Braskem asumió para los próximos años. En el esfuerzo por la eliminación de residuos plásticos, la compañía ampliará su portafolio de productos, incluyendo, antes del 2025, 300 mil toneladas de resinas termoplásticas y productos químicos con contenido reciclado; y, antes del 2030, 1 millón de toneladas de estos productos. También para el 2030, trabajará para eliminar la destinación de 1,5 millón de toneladas de residuos plásticos para incineración, vertederos o su descarte en el medio ambiente.

“Estas acciones son una forma de materializar la actuación de Braskem en todo el ciclo de la economía circular, reforzando los compromisos de la empresa con el desarrollo sostenible e incentivando a otras personas y colaboradores a también participar de iniciativas que generen menos impacto al medio ambiente y, al mismo tiempo, satisfagan necesidades de mercados y consumidores”, afirma Terra.