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Escuelas rurales baianas son seleccionadas por Criança Esperança
DATA: 30/07/2021
Instituciones ofrecen formación técnica para jóvenes del Bajo Sur baiano
Dos escuelas de Bahia que forman a jóvenes emprendedores rurales serán beneficiadas nuevamente por Criança Esperança en el 2022. La Casa Familiar Rural Presidente Tancredo Neves (CFR-PTN) y la Casa Familiar Agroforestal (CFAF), localizadas en el Bajo Sur baiano, recibirán recursos para ayudar a financiar la enseñanza técnica para hijos de agricultores familiares de la región, en los cursos de Agropecuaria y de Bosques integrados a la Enseñanza Media. Con un modelo de enseñanza adaptado a la zona rural, en el cual los estudiantes pasan una semana en la escuela y dos semanas en sus propiedades y aplican sus conocimientos directamente en sus cultivos, las escuelas cuentan, actualmente, con 245 alumnos.
La selección de las escuelas reconoce como la metodología adoptada beneficia a los jóvenes que viven en el campo, incluso durante la pandemia, cuando los estudios teóricos fueron realizados de forma remota. Es lo que explica Thales Lima, director de CFR-PTN. “Nuestro proyecto innova al ofrecer una educación integral y apoyo productivo, viabilizando que los jóvenes y sus familias permanezcan en el campo. Nosotros también fomentamos el incremento de renta, el empoderamiento, el protagonismo juvenil y la visión de futuro de estos estudiantes”, expresó. En las Casas Familiares, la enseñanza es contextualizada: las asignaturas son conectadas al día a día en el campo, como en las clases de Matemática, en las cuales los estudiantes calculan peso y cantidad de abonos y cosechas. Durante el tiempo en casa, los jóvenes son supervisados por monitores y comparten el conocimiento con su familia y comunidad.
Con la donación, las Casas Familiares fortalecerán la formación de los estudiantes el año que viene, como señala Rita Cardoso, directora de la Casa Familiar Agroforestal. “Los recursos van para el pago de monitores, la alimentación de los jóvenes, el apoyo en las visitas de seguimiento y los Proyectos Educativo-Productivos [cuando los jóvenes reciben auxilio para implementar sus primeros cultivos]. A fin de cuentas, esas acciones son las que mueven la educación en el campo”, cuenta. Esta es la segunda vez que CFAF es contemplada por Criança Esperança. Ya la Casa Familiar Rural de Presidente Tancredo Neves fue seleccionada por tercera vez por la campaña.
Larissa de Jesus, de 17 años, está en el tercer año de formación en CFR-PTN. En la escuela, ella tiene la oportunidad no solo de aprender, sino también de generar renta. “Cambié mi realidad y la de mi familia. Con los Proyectos Educativo-Productivos, actualmente nuestra mayor renta viene de la agricultura familiar. Solo puedo agradecer por la oportunidad de recibir educación de calidad y poder permanecer en el campo. Ya estoy recogiendo los frutos de este estudio”, relata la estudiante. Ambas escuelas son reconocidas por el Ministerio de la Educación (MEC) y por la Secretaría de Educación de Bahía (SEC) y forman parte del Programa de Escuelas Asociadas de UNESCO.
Ejemplo contra la evasión escolar
La enseñanza contextualizada y el modelo de alternancia adoptados ayudan a crear una identificación entre los jóvenes y las Casas Familiares, y contribuyen para disminuir el índice de aquellos que desisten de estudiar. Otra escuela rural que usa esta metodología en el Bajo Sur baiano, la Casa Familiar Rural de Igrapiúna (CFR-I), ya fue contemplada por Criança Esperança – y también presenta esta tendencia entre sus alumnos. Juntas, las tres unidades alcanzan tasas de evasión escolar menores que la media nacional: solamente el 3,3% de los matriculados abandonan los estudios, número mucho menor que el índice brasileño, de 20,2%, según la Investigación Nacional por Muestra de Domicilios Continua (PNAD Continua).
Otro motivo que lleva a los buenos resultados alcanzados por las tres Casas Familiares es la relación con otras instituciones. Además de contar con diversos inversionistas sociales, las escuelas son colaboradoras de la Fundación Norberto Odebrecht en la realización del PDCIS, un programa social que promueve el desarrollo territorial sostenible en el Bajo Sur de Bahía. Hace 18 años, el programa reúne al poder público, iniciativa privada y sociedad civil para fortalecer la agricultura familiar y el protagonismo juvenil, respetando la vocación de las comunidades beneficiadas para apalancar el crecimiento económico en armonía con el medio ambiente local.
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